Después de que su hijo reciba sedación para un procedimiento
La sedación para un procedimiento es un medicamento que mantiene a su hijo seguro al evitar que se mueva durante un procedimiento. También ayuda a aliviar las molestias, el dolor y la ansiedad durante un procedimiento. El medicamento a menudo se administra a través de una vía i.v. (intravenosa) en el brazo o la mano. En algunos casos, el medicamento puede tomarse por boca o inhalarse.
Conducir a su hijo a su casa después de la sedación
Los niños pueden tener un mayor riesgo de obstrucción de las vías respiratorias si la cabeza cae hacia adelante mientras están asegurados en un asiento de seguridad para automóvil. Si su hijo usa un asiento de seguridad para automóvil, se recomienda que haya 2 adultos con el niño para llevarlo a su casa. Un adulto conducirá el automóvil y otro adulto se sentará al lado del niño. El adulto que esté sentado junto al niño debe observar cuidadosamente la posición de la cabeza del niño para prevenir una obstrucción de las vías respiratorias.
Cuidado en el hogar después de la sedación
Es probable que su hijo esté somnoliento durante un tiempo. Es posible que tenga un leve recuerdo del procedimiento o que no lo recuerde en absoluto. Los efectos secundarios de la sedación, tales como el dolor de cabeza y las náuseas, pueden desaparecer rápidamente. Pero la somnolencia puede continuar. La duración dependerá del medicamento que reciba su hijo. Pregunte a su proveedor de atención médica durante cuánto tiempo se espera que su hijo esté somnoliento.
Siga estas pautas después de que su hijo regrese a su hogar:
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Permanezca con su hijo hasta que esté completamente despierto.
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Controle la respiración de su hijo durante 12 a 24 horas como se indica a más abajo.
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Permita que su hijo duerma si es necesario. Pero pregúntele al proveedor de su hijo con qué frecuencia debe despertar a su hijo.
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No le dé a su hijo ningún medicamento durante las primeras 4 horas después del procedimiento, a menos que el proveedor se lo indique. Algunos medicamentos, como los analgésicos o los medicamentos para el resfrío, podrían reaccionar con los medicamentos que su hijo recibió en el hospital. Esto puede causar una respuesta mucho más potente que la habitual.
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No deje a su hijo solo en el baño ni cerca del agua.
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Ayude a su hijo a caminar o gatear si está inestable. Tiene un mayor riesgo de sufrir caídas durante las siguientes 24 horas.
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No permita que su hijo ande en patineta, patines o bicicleta hasta que esté completamente alerta, se sienta mejor y tenga un equilibrio normal. Esto es para ayudar a prevenir lesiones.
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Si su hijo es lo suficientemente grande para conducir, no permita que conduzca durante al menos 24 horas. Además, no permita que opere otros materiales peligrosos o maquinaria pesada durante este tiempo.
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No le pida a su hijo que tome decisiones importantes durante al menos 24 horas.
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Siga todas las instrucciones que le hayan dado sobre la alimentación y la ingesta de líquidos de su hijo.
Control de la respiración de su hijo
La sedación puede afectar la respiración después del procedimiento. Observe a su hijo de cerca durante las primeras 12 a 24 horas en casa. Verifique que esté respirando normalmente durante este tiempo. Cada respiración se cuenta cuando su hijo completó ambos movimientos: tanto la inhalación como la exhalación.
La respiración normal es:
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Para recién nacidos a 3 meses de edad: 34 a 57 respiraciones por minuto.
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Para un bebé de 3 meses a menos de 6 meses: 33 a 55 respiraciones por minuto.
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Para un bebé de 6 meses a menos de 9 meses: 31 a 52 respiraciones por minuto.
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Para un bebé de 9 meses a menos de 12 meses: 30 a 50 respiraciones por minuto.
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Para un niño de 12 meses a menos de 18 meses: 28 a 46 respiraciones por minuto.
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Para un niño de 18 meses a menos de 24 meses: 25 a 40 respiraciones por minuto.
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Para un niño de 2 a menos de 3 años: 22 a 34 respiraciones por minuto.
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Para un niño de 3 a menos de 4 años: 21 a 29 respiraciones por minuto.
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Para un niño de 4 a menos de 6 años: 20 a 27 respiraciones por minuto.
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Para un niño de 6 a menos de 8 años: 18 a 24 respiraciones por minuto.
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Para un niño de 8 a menos de 12 años: 16 a 22 respiraciones por minuto.
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Para un niño de 12 a menos de 15 años: 15 a 21 respiraciones por minuto.
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Para niños de 15 a 18 años: 13 a 19 respiraciones por minuto.
Cuándo llamar al médico
Llame al proveedor de atención médica de su hijo de inmediato si su hijo tiene alguna de las siguientes opciones:
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Somnolencia que empeora.
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Debilidad o mareos que empeoran.
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Vómitos reiterados y no puede retener líquidos claros.
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una erupción nueva.
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Tos.
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Respiración rápida.
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Respiración lenta.
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Arrastra las palabras y usted no puede comprenderlas.
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No se comporta como de costumbre.
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Tiene fiebre dentro de las 24 horas de regresar a su casa (consulte La fiebre y los niños más abajo).
Llame al 911
Llame al 911 si su hijo tiene:
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Dificultad para respirar.
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Dolor en el pecho.
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Pérdida del conocimiento o incapacidad para despertar como de costumbre.
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Episodios de asfixia o tos.
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Dificultad para tragar.
La fiebre y los niños
Use un termómetro digital para controlar la temperatura de su hijo. No utilice un termómetro de mercurio. Existen diferentes tipos y usos de termómetros digitales. Estos incluyen:
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Rectal. En niños menores de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.
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Frente (temporal). Esta medición funciona para niños de 3 meses o más. Si un niño menor de 3 meses tiene signos de enfermedad, puede utilizarse como primer paso. Es posible que el proveedor de atención médica desee confirmar con una medición de la temperatura rectal.
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Oído (timpánica). La temperatura del oído es precisa después de los 6 meses de edad, pero no antes.
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Axilar. Es la medición menos confiable, pero puede usarse como primer paso para controlar a un niño de cualquier edad con signos de enfermedad. Es posible que el proveedor desee confirmar con una medición de la temperatura rectal.
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Boca (oral). No coloque un termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años de edad.
Use un termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para el uso correcto. Insértelo suavemente. Etiquete el termómetro y asegúrese de que no se use en la boca. Puede transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor qué tipo usar. Cuando hable con un proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, dígale qué tipo de termómetro usó.
A continuación, se indica cuándo llamar al proveedor si su hijo tiene fiebre. El proveedor de su hijo podrá darle otras cifras. Siga sus instrucciones.
Cuándo llamar al proveedor de atención médica por la fiebre de su hijo
Primero, pregúntele al proveedor de su hijo cómo debe tomar la temperatura.
Si tiene un bebé menor de 3 meses, llame al proveedor de su hijo si:
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La temperatura rectal o de la frente es 38 °C (100.4 °F) o más.
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La temperatura axilar es de 37.2 °C (99 °F) o más.
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Su hijo tiene fiebre de ___________ según lo indicado por el proveedor.
Para un niño de 3 meses a 36 meses (3 años), llame al proveedor del niño si:
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La temperatura rectal o de la frente es de 38.9 °C (102 °F) o más.
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La temperatura del oído (solo cuando la edad es de más de 6 meses) es de 38.9 °C (102 °F) o más.
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Su hijo tiene fiebre de ___________ según lo indicado por el proveedor.
Llame al proveedor de su hijo si:
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La temperatura axilar es de 39.4 °C (103 °F) o más en un niño de cualquier edad.
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La temperatura es de 40 °C (104 °F) o más en un niño de cualquier edad.
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Su hijo tiene fiebre de ___________ según lo indicado por el proveedor.